
Las opiniones expresadas en el artículo son responsabilidad exclusiva de los autores y no necesariamente representan la posición oficial de
la USAC y sus miembros. La obra está protegida por la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos emitida en el decreto No. 33-98 por
el Congreso de la República de Guatemala.¿Cómo evaluar de manera efectiva el aprendizaje de las
matemáticas?
¿How to effectively evaluate mathematics learning?
Abel Arturo Morales Samayoa
Maestro en Educación y Ambientalización Curricular
Universidad de San Carlos de Guatemala
Guatemala
abelmorales2246@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-1602-7892
Resumen
OBJETIVO: presentar diversas estrategias y métodos para evaluar de manera efectiva el aprendizaje de las
matemáticas, en todos los niveles educativos, con el fin de mejorar tanto la enseñanza como el aprendizaje de esta
disciplina. MÉTODO: el artículo se basa en una revisión bibliográfica de treinta y cinco investigaciones y estudios
sobre la evaluación en matemáticas, citando a dieciséis de ellos y sus aportes en el campo. RESULTADOS:
en la búsqueda, se identificaron las siguientes estrategias de evaluación: diversificación de métodos, pruebas
escritas, tareas prácticas, proyectos, presentaciones y autoevaluaciones, para obtener una visión más completa
del aprendizaje de los estudiantes; evaluaciones formativas, para monitorear el progreso de los estudiantes de
manera continua y ajustar las estrategias de enseñanza en consecuencia; evaluación basada en competencias,
que enfatiza la necesidad de evaluar los conocimientos y las competencias matemáticas, como la resolución
de problemas y el pensamiento crítico; uso de tecnología, para explorar las posibilidades que ofrecen las
herramientas digitales para personalizar la evaluación, obtener retroalimentación inmediata y visualizar el
progreso de los estudiantes; así como la autoevaluación y reflexión, para desarrollar habilidades metacognitivas
y autonomía. CONCLUSIÓN: una evaluación efectiva en matemáticas debe ser diversa, formativa, basada
en competencias y aprovechar las posibilidades que ofrece la tecnología. Al combinar diferentes métodos y
enfoques, los docentes obtienen una comprensión más completa del aprendizaje de sus estudiantes, mejoran la
calidad de la enseñanza y promueven el desarrollo de habilidades esenciales para el siglo XXI.
Recibido: 18/02/2025
Aceptado: 14/05/2025
Publicado: 30/06/2025
Referencia
Morales Samayoa, A. A. (2025). ¿Cómo evaluar de manera efectiva el aprendizaje de las matemáticas?.
Revista
Científica del Sistema de Estudios de Postgrado. 8(1). 109-125. DOI: https://doi.org/10.36958/sep.v8i1.336
109

110
Abstract
OBJECTIVE: to present various strategies and methods for effectively assessing mathematics learning at all
educational levels, in order to improve both the teaching and learning of this discipline. METHOD: the article
is based on a bibliographic review of thirty-five research projects and studies on assessment in mathematics,
citing sixteen of them and their contributions to the field. RESULTS: in the search, the following assessment
strategies were identified: diversification of methods, written tests, practical tasks, projects, presentations, and
self-assessments, to obtain a more complete view of student learning; formative assessments, to continuously
monitor student progress and adjust teaching strategies accordingly; competency-based assessment, which
emphasizes the need to evaluate mathematical knowledge and skills, such as problem-solving and critical
thinking; use of technology, to explore the possibilities offered by digital tools to personalize assessment, obtain
immediate feedback, and visualize student progress; as well as self-assessment and reflection, to develop
metacognitive skills and autonomy. CONCLUSION: effective assessment in mathematics must be diverse,
formative, competency-based, and leverage the possibilities offered by technology. By combining different
methods and approaches, teachers gain a more complete understanding of their students’ learning, improve the
quality of instruction, and promote the development of essential 21st-century skills.
Keywords
formative assessment, teaching strategies, mathematics learning, competencies, learning assessment, assess-
ment strategies
Palabras clave
evaluación formativa, estrategias de enseñanza, aprendizaje de matemáticas, competencias, evaluación de
aprendizajes, estrategias de evaluación

111
Introducción
La evaluación del aprendizaje en el ámbito de las matemáticas, en todos los niveles educativos,
ha sido tradicionalmente concebida como un proceso centrado en la memorización de fórmulas
y la aplicación mecánica de procedimientos. Sin embargo, en el contexto educativo actual,
se reconoce cada vez más la necesidad de superar este enfoque limitado para propiciar un
aprendizaje más profundo y significativo. La complejidad inherente a las matemáticas y su
relevancia en el desarrollo de habilidades cruciales para el siglo XXI, como el razonamiento
lógico, el pensamiento crítico y la resolución de problemas, demandan una reconfiguración
de las prácticas evaluativas.
La presente investigación se justifica en la imperante necesidad de promover una evaluación
integral y formativa en la enseñanza de las matemáticas, que vaya más allá de la mera
calificación y se convierta en una herramienta para el monitoreo constante del progreso del
estudiante y la adaptación de las estrategias pedagógicas. La relevancia de este estudio radica
en su potencial para contribuir al diseño de experiencias de aprendizaje más significativas y
pertinentes, que permitan a los estudiantes no solo adquirir conocimientos matemáticos, sino
también desarrollar competencias aplicables a situaciones de la vida real y a los desafíos
profesionales.
En línea con lo anterior, el objetivo de este estudio es presentar las diversas estrategias y
enfoques que optimizan la evaluación del aprendizaje en matemáticas, con el fin de proponer
un marco que fomente el desarrollo de competencias esenciales y un aprendizaje más
profundo en los estudiantes. Para ello, se exploraron nociones clave del estado del arte que
abogan por una diversificación de los métodos de evaluación, incluyendo pruebas escritas,
tareas prácticas, proyectos, presentaciones y autoevaluaciones, como lo sugieren Pinargote-
Zambrano et al. (2024) y Chanel Sosa (2024), quienes enfatizan la obtención de una imagen
completa del progreso estudiantil y la motivación intrínseca.
Asimismo, se profundiza en el papel crucial de las evaluaciones formativas, que, según Prada
Núñez et al. (2021) y Torres-Corrales et al. (2022), proveen retroalimentación inmediata,
ajustan estrategias de enseñanza y promueven la autonomía y la colaboración. La evaluación
basada en competencias, destacada por Bernal-Ruiz et al. (2022) y Álvarez Gil y Valverde
Riascos (2021), se presenta como un medio para trascender la memorización, enfocándose
en la aplicación del conocimiento y el desarrollo de habilidades transversales. Finalmente,
se aborda el uso estratégico de la tecnología en la evaluación (Bravo-Bravo y Suástegui-
Solórzano, 2022; Vélez Vera y Rivadeneira Loor, 2023), así como la importancia de la
autoevaluación y la reflexión para el desarrollo metacognitivo y la autonomía del estudiante
(Rosas Toro et al., 2022; Tipán Renjifo, 2022; Vargas Solís y Chinchilla Madrigal, 2022).

112
Materiales y métodos
Este estudio es una revisión sistemática de la literatura que busca analizar las diferentes
estrategias de evaluación del aprendizaje en matemáticas. Se realizó una búsqueda en las
bases de datos Scopus, Web of Science y ERIC, utilizando las siguientes palabras clave:
"evaluación", "matemáticas", "aprendizaje", "estrategias", "métodos". Se incluyeron estudios
publicados en español e inglés desde el año 2020 hasta la actualidad. Los criterios de inclusión
fueron: (a) estudios cuantitativos y cualitativos, (b) enfocados en la evaluación del aprendizaje
en matemáticas a nivel escolar, y (c) publicados en revistas indexadas.
El análisis de los datos se realizó mediante un examen temático. Los estudios seleccionados
se codificaron de acuerdo con los diferentes métodos de evaluación identificados y se
organizaron en categorías temáticas. Posteriormente, se realizó un análisis comparativo
de las diferentes estrategias de evaluación, identificando sus fortalezas, debilidades y las
tendencias emergentes en el campo.
Resultado y discusión
Diversificación de métodos de evaluación
El estudio Rosero Camacho et al. (2024), ha logrado corroborar la eficacia de la gamificación en
el ámbito educativo analizado, gracias a la convergencia de la información obtenida a través de
diversas fuentes (triangulación de la evidencia). Desde el inicio de la investigación (diagnóstico
inicial), se identificó que la falta de estrategias pedagógicas que incorporaran elementos
lúdicos impactaba negativamente en la motivación y el rendimiento de los estudiantes. Esta
situación se hizo evidente en las calificaciones, donde un número considerable de alumnos
obtenía notas inferiores a 8 (de un máximo de 10).
No obstante, tras implementar la metodología de gamificación durante el segundo trimestre,
se observó una mejora significativa en los resultados académicos. La incorporación de
elementos de juego y dinamismo en el proceso de enseñanza-aprendizaje creó un ambiente
más atractivo y estimulante, lo que se tradujo en una reducción notable del número de
estudiantes con calificaciones bajas (Rosero Camacho, et al., 2024).
Para evaluar de forma integral el aprendizaje de las matemáticas, es fundamental utilizar una
variedad de métodos de evaluación: pruebas escritas, tareas prácticas, proyectos, presentaciones
y autoevaluaciones. Cada uno de estos métodos ofrece una perspectiva diferente sobre las
habilidades del estudiante y permite detectar áreas de mejora. Por ejemplo, las pruebas escritas
evalúan el conocimiento teórico y la capacidad de aplicar fórmulas, mientras que las tareas
prácticas permiten valorar la resolución de problemas en contextos reales. Los proyectos
fomentan la creatividad, la colaboración y la aplicación de conocimientos. Las presentaciones
orales evalúan la capacidad de comunicar ideas matemáticas de manera clara y concisa, y las
autoevaluaciones promueven la reflexión del estudiante (Pinargote-Zambrano et al., 2024).

113
Chanel Sosa (2024), opina que, al combinar varios métodos, los docentes obtienen
una imagen más completa del progreso de sus estudiantes y adaptar sus estrategias de
enseñanza de manera más efectiva. Además, esta diversidad de evaluaciones ayuda a
que los estudiantes se sientan más motivados cuando se evalúan diferentes aspectos de
su aprendizaje. Esto también promueve el desarrollo de habilidades como la resolución
de problemas, el pensamiento crítico, la comunicación y el trabajo en equipo. Además, se
identifican las necesidades individuales de cada estudiante y ofrecerles el apoyo necesario,
al mismo tiempo que los estudiantes adquieren las competencias necesarias para enfrentar
los desafíos del mundo real.
Evaluaciones formativas
Para Prada Núñez et al. (2021), las evaluaciones formativas son herramientas clave que
permiten a los docentes monitorear el progreso del estudiante a lo largo del proceso de
aprendizaje. Estas evaluaciones, que son breves cuestionarios, discusiones en clase o
actividades grupales, proporcionan retroalimentación inmediata y ayudan a identificar las
fortalezas y debilidades de los estudiantes; al analizar las respuestas y participaciones de los
alumnos, los docentes detectan en qué áreas tienen un buen dominio y en cuáles requieren
mayor apoyo.
Las evaluaciones formativas también contribuyen a ajustar las estrategias de enseñanza,
pues la información obtenida de las evaluaciones formativas permite a los docentes adaptar
sus métodos y recursos para atender las necesidades específicas de cada estudiante o grupo.
Además, promueven la autonomía del estudiante porque al recibir retroalimentación constante,
los estudiantes desarrollan habilidades de autorregulación y son capaces de identificar por sí
mismos los aspectos que necesitan mejorar (Prada Núñez et al., 2021).
Otro aspecto positivo de las evaluaciones formativas es que fomentan un ambiente de
aprendizaje colaborativo, dado que las evaluaciones formativas se podrían realizar en grupos,
lo que fomenta la discusión y el intercambio de ideas entre los estudiantes. También hacen del
aprendizaje una experiencia más significativa, y al vincular la evaluación con los objetivos de
aprendizaje, los estudiantes comprenden la relevancia de lo que están aprendiendo y se sienten
más motivados. Las evaluaciones formativas son mucho más que una simple herramienta de
medición; son un elemento fundamental del proceso de enseñanza-aprendizaje que permite a
los docentes y estudiantes trabajar de manera conjunta para alcanzar los objetivos educativos
(Torres-Corrales et al., 2022 y Zavaleta Bautista, A. y Dolores Flores, C., 2021).
Evaluación basada en competencias
En lugar de centrarse únicamente en el contenido, es útil evaluar las competencias matemáticas
que los estudiantes deben desarrollar. Esto incluye habilidades como el razonamiento lógico,

114
la resolución de problemas y la capacidad de aplicar conceptos matemáticos en situaciones
reales. La evaluación basada en competencias puede incluir tareas que requieran que los
estudiantes expliquen su proceso de pensamiento. La evaluación basada en competencias en
matemáticas es una herramienta poderosa que permite ir más allá de la simple memorización de
fórmulas y procedimientos. Al centrarse en lo que los estudiantes hacen con los conocimientos
matemáticos, esta evaluación fomenta un aprendizaje más profundo y significativo (Bernal-
Ruiz et al., 2022).
Los autores Álvarez Gil y Valverde Riascos (2021), consideran que la evaluación por
competencias promueve un aprendizaje más auténtico en el que los estudiantes aplican
los conocimientos matemáticos a situaciones de la vida real, desarrollando habilidades de
resolución de problemas, pensamiento crítico y creatividad. Esto desarrolla competencias
transversales y, además de los conocimientos matemáticos específicos, se evalúan habilidades
como la comunicación, la colaboración y el trabajo en equipo. Así se fomenta la autonomía, por
lo que los estudiantes se vuelven más autónomos al reflexionar sobre su propio aprendizaje
y establecer metas de mejora.
Por la contribución de Núñez Cárdenas y Damián Núñez (2023), se sabe que la evaluación
por competencias podría incluir proyectos en los que los estudiantes trabajan involucrando la
aplicación de diferentes conceptos matemáticos para resolver un problema real. Por ejemplo:
diseñar un presupuesto para un viaje, crear un modelo a escala de un edificio o analizar datos
estadísticos sobre un tema de interés. También se podrían utilizar presentaciones orales,
para que los estudiantes expliquen sus procesos de resolución de problemas, defendiendo
sus ideas y respondiendo a preguntas. Otro instrumento útil son los portafolios, que recopilan
evidencias del aprendizaje a lo largo del tiempo, como trabajos, reflexiones y evaluaciones.
Las pruebas de desempeño promueven que los estudiantes resuelven problemas complejos que
requieren la aplicación de múltiples conocimientos y habilidades. También se utilizan rúbricas
para evaluar el desempeño de los estudiantes en función de criterios claros y específicos,
como la comprensión de conceptos, la capacidad de razonamiento y la comunicación efectiva
(Núñez Cárdenas y Damián Núñez, 2023).
La evaluación basada en competencias en matemáticas ofrece una visión más completa
del aprendizaje de los estudiantes y fomenta el desarrollo de habilidades esenciales para la
vida. Al implementar esta evaluación, los docentes crean experiencias de aprendizaje más
significativas y relevantes para los estudiantes (Torres Rodríguez et al., 2020).
Uso de tecnología
La tecnología puede ser una aliada poderosa en la evaluación del aprendizaje en matemáticas.
Herramientas digitales como aplicaciones de matemáticas, plataformas de aprendizaje en

115
línea y software de evaluación permiten a los docentes crear evaluaciones interactivas y
personalizadas que ofrece una retroalimentación más precisa y oportuna. Estas herramientas
digitales permiten crear evaluaciones dinámicas, en las que los docentes diseñan actividades
que se adapten al ritmo de aprendizaje de cada estudiante. Las herramientas digitales
también proporcionan retroalimentación instantánea y los estudiantes reciben una respuesta
inmediata a sus respuestas, lo que les permite identificar sus errores y corregirlos de manera
autónoma (Bravo-Bravo y Suástegui-Solórzano, 2022).
Otro aspecto importante de las herramientas digitales, es que ayudan a visualizar el progreso,
porque los docentes acceden a informes detallados sobre el rendimiento de sus alumnos, lo
que les facilita identificar patrones, fortalezas y debilidades en el aprendizaje. Las herramientas
digitales personalizan la instrucción, ya que, al conocer las necesidades individuales de cada
estudiante, los docentes adaptan sus estrategias de enseñanza y ofrecen recursos adicionales
para aquellos que lo requieran. Esto fomenta la autonomía del estudiante, porque las herramientas
digitales permiten a los estudiantes trabajar a su propio ritmo y explorar diferentes conceptos
matemáticos de manera interactiva (Vélez Vera y Rivadeneira Loor, 2023).
Para Altamirano Loor y Mera Vera (2023), algunos ejemplos de herramientas digitales útiles
para la evaluación en matemáticas son: plataformas de aprendizaje adaptativo, las cuales
ajustan automáticamente el nivel de dificultad de las actividades en función del desempeño
del estudiante; software de creación de pruebas, el cual permite a los docentes diseñar
evaluaciones personalizadas y generar informes detallados; y aplicaciones de matemáticas,
que ofrecen ejercicios interactivos y simulaciones para practicar conceptos matemáticos.
Según los autores en cuestión (Vélez Vera y Rivadeneira Loor, 2023), la tecnología ofrece un
gran potencial para transformar la evaluación en matemáticas. Al aprovechar las herramientas
digitales, los docentes crean experiencias de aprendizaje más significativas y personalizadas.
Autoevaluación y reflexión
Fomentar la autoevaluación en los estudiantes es una práctica efectiva que les ayuda
a desarrollar habilidades metacognitivas. Al reflexionar sobre su propio aprendizaje, los
estudiantes identifican sus fortalezas y debilidades, así como establecen metas personales.
Las rúbricas de autoevaluación son útiles para guiar este proceso, ya que proporcionan un
marco de referencia claro y específico que permite a los estudiantes evaluar su propio trabajo
de manera objetiva. Estas rúbricas detallan los criterios de evaluación para cada tarea o
proyecto, facilitando a los estudiantes la comprensión de lo que de ellos se espera y cómo
mejorar su desempeño (Rosas Toro et al., 2022).
Para Tipán Renjifo (2022), las rúbricas de autoevaluación ayudan a los estudiantes a desarrollar
un sentido de responsabilidad por su propio aprendizaje, pues al participar activamente en
el proceso de evaluación, los estudiantes se convierten en agentes activos de su propio

116
aprendizaje. Así también, las rúbricas aumentan la motivación de los estudiantes, al establecer
metas claras y recibir retroalimentación sobre su progreso, los estudiantes se sienten más
motivados para alcanzar el éxito. Otro aspecto a considerar es que las rúbricas mejoran sus
habilidades de comunicación, porque al expresar sus pensamientos y reflexiones por escrito,
los estudiantes desarrollan habilidades de comunicación escrita y oral.
La autoevaluación es una herramienta poderosa que puede transformar la forma en que los
estudiantes aprenden matemáticas. Al involucrar a los estudiantes en el proceso de evaluación,
los docentes fomentan un aprendizaje más profundo y significativo. Los estudiantes que se
autoevalúan desarrollan una mayor conciencia de su propio proceso de aprendizaje, lo que les
permite identificar sus fortalezas, debilidades y áreas de mejora. Además, la autoevaluación
fomenta la autonomía y la responsabilidad, ya que los estudiantes se convierten en agentes
activos de su propio aprendizaje. Al reflexionar sobre su trabajo, los estudiantes aprenden a
establecer metas claras, a monitorear su progreso y a buscar estrategias para superar los
obstáculos (Vargas Solís y Chinchilla Madrigal, 2022).
Definición de estrategias o métodos de evaluación y diferencias entre ellos
a) Diversificación de métodos de evaluación
La diversificación de métodos de evaluación (pruebas escritas, tareas prácticas, proyectos,
presentaciones, autoevaluaciones) se refiere a la variedad de instrumentos o herramientas
concretas utilizadas para recoger evidencia del aprendizaje. No es una estrategia por sí misma,
sino una práctica que implementa diferentes tipos de pruebas o actividades. Su enfoque
principal es la obtención de una "imagen completa del progreso estudiantil" (Pinargote-
Zambrano et al., 2024; Chanel Sosa, 2024).
Cada método captura habilidades y conocimientos distintos: las pruebas escritas, evalúan
conocimiento teórico y aplicación de fórmulas; las tareas prácticas, valoran la resolución
de problemas en contextos reales; los proyectos, fomentan creatividad, colaboración y
aplicación de conocimientos complejos; las presentaciones, evalúan la comunicación de
ideas matemáticas de forma clara y concisa; las autoevaluaciones, promueven la reflexión
y la autonomía del estudiante (aunque la autoevaluación es también una estrategia en sí
misma, aquí se enmarca como un "método" dentro de la diversificación).
La diferencia fundamental con las otras categorías se centra en que ésta es una categoría
que agrupa distintos instrumentos específicos, mientras que las "evaluaciones formativas"
o la "evaluación basada en competencias" son enfoques o filosofías de evaluación con un
propósito particular, la "diversificación de métodos" es la puesta en práctica de usar múltiples
herramientas concretas. Se centra en qué tipo de actividad o prueba se utiliza para recolectar
la evidencia.

117
• Ejemplos y aplicaciones prácticas
Pruebas Escritas: más allá de la mera memorización, se pueden diseñar para evaluar la
comprensión conceptual profunda y la aplicación de fórmulas en escenarios ligeramente
distintos a los vistos en clase.
Tareas Prácticas: incluyen la resolución de problemas contextualizados, donde los estudiantes
deben aplicar conceptos matemáticos a situaciones reales (ej. calcular la cantidad de material
para una construcción, o determinar el área de un terreno irregular).
Proyectos: permiten a los estudiantes investigar un tema, aplicar diversos conceptos
matemáticos, fomentar la creatividad y la colaboración, y presentar sus hallazgos (ej. diseñar
un presupuesto para un evento, modelar el crecimiento de una población o el diseño de un
edificio a escala).
Presentaciones orales: valoran la capacidad de los estudiantes para comunicar ideas
matemáticas de forma clara, concisa y lógica, explicando sus procesos de pensamiento y
defendiendo sus soluciones ante un público.
Autoevaluaciones: guían a los estudiantes a reflexionar sobre su propio aprendizaje, identificar
fortalezas y debilidades, y establecer metas de mejora, a menudo utilizando rúbricas que
detallan los criterios de evaluación.
b) Evaluaciones formativas
Las evaluaciones formativas son herramientas y procesos continuos que permiten monitorear
el progreso del estudiante durante el proceso de aprendizaje, con el objetivo principal de
proporcionar retroalimentación inmediata y ajustar las estrategias de enseñanza. Su
orientación principal es proveer retroalimentación inmediata, ajustar estrategias de enseñanza
y promover la autonomía y la colaboración (Prada Núñez et al., 2021; Torres-Corrales et al.,
2022). Buscan identificar fortalezas y debilidades para adaptar el aprendizaje y la instrucción.
Estas evaluaciones difieren con las otras categorías, en que su propósito es mejorar el
aprendizaje durante el proceso, no solo al final. Se distingue de la "diversificación de métodos"
porque la formativa es una función o propósito de la evaluación (puede usar diversos métodos,
como cuestionarios breves o discusiones, pero siempre con fines de mejora y ajuste continuo).
Se diferencia de la "evaluación basada en competencias" en que esta última se centra en qué
se evalúa (habilidades), mientras que la formativa se centra en cuándo y para qué se evalúa
(constantemente, para retroalimentar).

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• Ejemplos y aplicaciones prácticas
Cuestionarios cortos al inicio/final de la clase (exit tickets): preguntas rápidas para evaluar la
comprensión de un concepto clave enseñado o para identificar dudas antes de iniciar un tema.
Discusiones en clase: a través de preguntas abiertas y el fomento del debate, el docente
puede observar el razonamiento de los estudiantes y sus niveles de comprensión.
Actividades grupales colaborativas: permiten observar cómo los estudiantes interactúan,
resuelven problemas en equipo y construyen conocimiento juntos, proporcionando
retroalimentación directa durante el proceso.
Observación directa del docente: el seguimiento individualizado del trabajo de los estudiantes
en el aula, con notas y retroalimentación personalizada.
c) Evaluación basada en competencias
La evaluación basada en competencias es un enfoque evaluativo que, en lugar de centrarse
únicamente en la memorización de contenidos, evalúa la capacidad de los estudiantes para
aplicar conocimientos matemáticos, razonar lógicamente y resolver problemas en situaciones
reales (Bernal-Ruiz et al., 2022; Álvarez Gil y Valverde Riascos, 2021). Su enfoque principal
es trascender la memorización, enfocándose en la aplicación del conocimiento y el desarrollo
de habilidades transversales. Esto incluye la evaluación de procesos de pensamiento,
comunicación, colaboración y autonomía.
La diferencia con las otras categorías se basa en su énfasis en el “qué se evalúa”: las
habilidades y capacidades que el estudiante puede demostrar al utilizar el conocimiento, más
allá de la mera reproducción de información. Si bien puede valerse de una "diversificación de
métodos" (proyectos, pruebas de desempeño, portafolios) y ser "formativa", su distintivo es el
foco en la aplicación y el razonamiento.
• Ejemplos y aplicaciones prácticas
Proyectos integradores: diseñar un presupuesto para un viaje, crear un modelo a escala de un
edificio, o analizar datos estadísticos de un tema de interés para aplicar múltiples conceptos
matemáticos.
Pruebas de desempeño: resolver problemas complejos que exigen la aplicación combinada
de diversos conocimientos y habilidades, no solo la ejecución de algoritmos memorizados.

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Portafolios de evidencias: recopilación de trabajos, reflexiones y evaluaciones que demuestran
el progreso y el desarrollo de competencias a lo largo del tiempo.
Rúbricas de competencias: herramientas detalladas que establecen criterios claros y
específicos (ej. comprensión de conceptos, capacidad de razonamiento, comunicación
efectiva) para evaluar el desempeño en tareas complejas.
d) Uso de tecnología en la evaluación
El uso estratégico de la tecnología en la evaluación consiste en la integración de herramientas
digitales, aplicaciones y plataformas para crear evaluaciones interactivas, personalizadas
y dinámicas (Bravo-Bravo y Suástegui-Solórzano, 2022; Vélez Vera y Rivadeneira Loor,
2023). Su sentido principal es ofrecer retroalimentación más precisa y oportuna, personalizar
la instrucción y visualizar el progreso. Fomenta la autonomía al permitir a los estudiantes
trabajar a su propio ritmo.
Difiere con las otras categorías por ser una herramienta o un medio para la evaluación, no una
metodología o un propósito en sí misma. Puede ser utilizada para implementar evaluaciones
formativas, diversificar métodos, o facilitar la evaluación basada en competencias. Su valor
reside en las funcionalidades que aporta (interactividad, retroalimentación instantánea,
seguimiento de progreso).
•Ejemplos y aplicaciones prácticas
Plataformas de aprendizaje adaptativo: ajustan automáticamente la dificultad de las actividades
según el desempeño del estudiante, ofreciendo rutas de aprendizaje personalizadas (ej. Khan
Academy, Matific).
Software de creación de pruebas: permite diseñar evaluaciones personalizadas, con diferentes
tipos de preguntas y generación de informes detallados sobre el rendimiento (ej. Socrative,
Quizizz, Google Forms).
Aplicaciones de matemáticas interactivas: ofrecen ejercicios con retroalimentación inmediata
y simulaciones para practicar conceptos matemáticos de manera lúdica y visual (ej. Geogebra,
Photomath).
Sistemas de gestión del aprendizaje (LMS): permiten la administración de evaluaciones, el
seguimiento del progreso y la comunicación con los estudiantes.

120
e) Autoevaluación y reflexión
La autoevaluación y reflexión es una práctica en la que los estudiantes participan activamente
en la evaluación de su propio aprendizaje, identificando fortalezas, debilidades y estableciendo
metas, a menudo guiados por rúbricas de autoevaluación (Rosas Toro et al., 2022; Tipán
Renjifo, 2022; Vargas Solís y Chinchilla Madrigal, 2022). Su rumbo estiba en el desarrollo
de "habilidades metacognitivas" y "autonomía del estudiante", así como un sentido de
responsabilidad y motivación.
La disimilitud más importante con las otras categorías está en ser una estrategia centrada
en el estudiante y en su proceso de aprendizaje interno. Mientras que otras evaluaciones
son mayormente externas (del docente al estudiante), la autoevaluación es un proceso
interno que promueve la autorregulación y la conciencia del propio aprendizaje. Si bien es un
"método" dentro de la diversificación, su particularidad radica en su papel activo y reflexivo
del estudiante.
• Ejemplos y aplicaciones prácticas
Diarios de aprendizaje o bitácoras: los estudiantes escriben reflexiones regulares sobre lo
que aprendieron, las dificultades que encontraron y cómo las superaron.
Rúbricas de autoevaluación: plantillas que detallan los criterios de evaluación, permitiendo a
los estudiantes calificar su propio trabajo de manera objetiva y comprender las expectativas.
Revisión de portafolios personales: los estudiantes analizan la evidencia de su propio
aprendizaje a lo largo del tiempo, identificando su evolución y las áreas de mejora.
Metas personales de aprendizaje: los estudiantes establecen objetivos claros para su
aprendizaje y reflexionan periódicamente sobre su progreso hacia ellos.
Todas estas propuestas buscan alejarse de la evaluación sumativa tradicional para lograr una
valoración más justa, completa y significativa del aprendizaje en matemáticas.
121
Tabla 1
Semejanzas y diferencias en metodologías o estrategias de evaluación.

122
Conclusiones
Evaluar de manera efectiva el aprendizaje de las matemáticas requiere un enfoque multifacético
que combine diversas estrategias y métodos. Al utilizar evaluaciones formativas, enfoques
basados en competencias, tecnología y fomentar la autoevaluación, los educadores obtienen
una comprensión más completa del progreso de sus estudiantes. Esto, mejora la calidad
de la enseñanza y empodera a los estudiantes a tomar el control de su propio aprendizaje,
haciéndolos más autónomos y motivados.
La diversificación de las evaluaciones, el énfasis en las competencias, el uso de la tecnología
y la promoción de la autoevaluación son elementos clave para obtener una evaluación
más justa, completa y significativa. Sin embargo, es necesario continuar investigando para
comprender mejor el impacto de estas estrategias en el aprendizaje a largo plazo y para
desarrollar nuevas herramientas y recursos que permitan a los docentes evaluar de manera
más efectiva las habilidades matemáticas en el siglo XXI.
En resumen, las diferencias entre las estrategias analizadas son: la diversificación de métodos
se refiere a las formas o instrumentos concretos de evaluación; las evaluaciones formativas
se centran en el propósito y el momento de la evaluación (durante el proceso, para mejora);
la evaluación basada en competencias define qué se evalúa (habilidades y aplicaciones, no
solo contenido memorizado); el uso de tecnología es un medio o herramienta que potencia
cualquiera de las anteriores; y finalmente, la autoevaluación y reflexión es una estrategia
metacognitiva que empodera al estudiante en su propio proceso evaluativo.

123
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Sobre el autor
Abel Arturo Morales Samayoa
Graduado en 1999 de Ingeniero Agrónomo en el Centro Universitario de Oriente
(CUNORI), de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC). Graduado en 2013
de Maestro en Educación y Ambientalización Curricular, en CUNORI. Actualmente
estudia el Doctorado en Investigación en Educación, en el Centro Universitario de
Zacapa (CUNZAC).
Financiamiento de la investigación
Con recursos propios.
Declaración de intereses
Declaro no tener ningún conflicto de intereses, que puedan haber influido en los
resultados obtenidos o las interpretaciones propuestas.
Declaración de consentimiento informado
El estudio se realizó respetando el Código de ética y buenas prácticas editoriales de
publicación.
Derecho de uso
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