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Coordinadora General del Sistema de Estudios de Postgrado
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Esto originó el concepto de nuevas alfabetizaciones (Gallego & Hollingsworth, 1992), para
remarcar que la alfabetización se transforma rápidamente a medida que aparece tecnología
digital reciente, obligando a variar y actualizar los discursos, prácticas sociales y habilidades
para emplear las versiones más modernas.
En la escuela y la universidad, los estudiantes están obligados a trascender del primer escalón
de uso de tecnología digital, consistente en el uso de los sistemas de mensajería instantánea,
y de las redes sociales digitales, hacia un escalón superior, que Leu, et al. (2015) identican
como alfabetizaciones de investigación y comprensión. En él, los estudiantes deben realizar
búsquedas de información en Internet, trabajar con sus pares, realizar lectura para aprender
y preferentemente entregar un producto escrito de manera colaborativa.
López-Gil y Pedraza (2016) resumen a la escritura colaborativa como un proceso interactivo
y social en el que un equipo de trabajo tiene por objetivo común la construcción de un texto,
mediante mecanismos de negociación, coordinación, y comunicación. Para asegurar el éxito,
Lowry et al. (2004) resaltan que es necesario identicar actividades comunes, como la lluvia de
ideas, la maquetación, la redacción, la revisión de estilo, y la revisión general del documento.
Por su parte, Mena (2020), recomienda estrategias que involucran la determinación de roles,
denición de una estrategia de escritura, elaboración de un cronograma, planeación del texto
y proceso directo de escritura. Además de estas pautas, Bustos (2009) recomienda que
previo a una actividad de escritura colaborativa, se solicite trabajo individual para aanzar la
responsabilidad de los integrantes.
Otro factor determinante para el éxito de la escritura colectiva, es contar con medios digitales
que faciliten la interacción, la coordinación y la discusión. Afortunadamente, en el año 2023,
la disponibilidad de recursos digitales en la web, que facilitan la escritura colaborativa, es
abundante. Posiblemente, los recursos más populares para el procesamiento de texto, para
su uso en la universidad, listados sin un orden en particular, son: (a) Google Docs, (b) Oce
365, (c) Zoho WorkDrive, (d) Dropbox paper, (e) Pages Apple, (f) WordPerfect Oce, (g)
Etherpad, entre otros.
Estos recursos se caracterizan por su funcionamiento como software en la nube. Es decir,
cada usuario no requiere de instalación alguna de software en su computadora, para acceder
y usarlos. Basta con abrir una dirección en Internet. Además, en todos ellos, la característica
básica es que permiten alojar documentos, generar un vínculo, permisos para compartirlos,
opciones para revisión, y adición de comentarios al texto. También, es frecuente la integración
con correo electrónico, para facilitar los avisos a los usuarios participantes en la edición.
Además del software para el procesamiento de texto, en el caso de la escritura académica,
se requiere de recursos digitales para que los estudiantes dominen las citas y no incurran
en acciones de plagio. Fernández (2017) destaca la disponibilidad de Zotero como software
libre, o sus homólogos pagados o freemium, como Endnote, RefWorks o Mendeley, para la
gestión de fuentes y citas bibliográcas, mediante el empleo de metadatos.