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Coordinadora General del Sistema de Estudios de Postgrado
M_40_G1_ti con 12 ítems (ítems: 39, 45, 47, 49, 50, 54, 58, 59, 60, 61, 65 y 66 [el primer ítem
de la categoría Académico; el resto de Integral]); y H_29_G2_re, con 8 ítems (ítems: 54, 58,
59, 60, 61, 65, 66 y 67 [todos los ítems de la categoría integral).
De esto último, es posible señalar que no hay una relación con el estado, debido a que aque-
llos estudiantes que presentaron más áreas de oportunidad se registraron como egresado,
titulado y rezagado. Visto de otra manera, las áreas de oportunidad para este estudio no
sé cargan hacia un estado en particular. Conviene subrayar de la variable personal que, la
percepción sobre la necesidad de recibir apoyo por parte de una gura diferente al DT como
psicólogo o trabajador social se presentó en la mayoría de los participantes, lo cual concuerda
con el sentir de una parte del grupo sobre el interés y preocupaciones que mostraba el DT
solo en el aspecto académico, aun cuando tuvieron problemas personales.
Estos resultados se ajustan a lo señalado por Díaz-Cerón y Olivia (s/f), en donde las funcio-
nes de los DT en cuanto a lo académico por lo regular se atienden correctamente pensando
que se fomenta una trayectoria académica exitosa, sin embargo, la trayectoria de vida de los
estudiantes hacer ver que la labor de los académicos también debe conducirse a favor de la
comunicación humana y la empatía.
Algo semejante ocurre con la variable socialización, en donde un grupo de los participantes
expresaron que no se benecia el vínculo con expertos internos ni externos de la institución,
además de no sentirse integrados al equipo de trabajo. Esto resulta paradójico debido a que
tal como señala López-López y Rivera (2017), no es solo atender correctamente lo que sé
suscita en contextos escolares, en este caso, las actividades académicas y de investigación,
si no tejer el contenido con lo social. En este sentido, de la Cruz, Díaz-Barriga y Abreu (2010)
maniestan que la dirección de tesis debe vincularse con el acompañamiento en su proceso
formativo y en su incorporación a una comunidad de investigadores o profesionales.
Por tanto, estos resultados descriptivos dan cuenta de un área de oportunidad en las prácti-
cas de tutoría en lo que respecta a lo integral.
Análisis inferencial
El alcance de esta investigación es correlacional y se trabajó con la prueba de hipótesis Chi
cuadrada de Pearson. Esta prueba es pertinente para relacionar variables cuantitativas con
distribución normal y medidas continuas (Roy, Rivas, Pérez y Palacios, 2017); se realizó con
el programa SPSS. El trabajo inició con la identicación de la distribución de las frecuencias
de los ítems de la categoría Integral que resultaron en riesgo y valor bajo (45, 47, 49, 50, 54,
58, 59, 60, 61, 65, 66, 67, 68 y 62, respectivamente) encontrando al utilizar la prueba KS nor-
malidad. De igual manera, la información resultante de las variables de caracterización de los
participantes fue sometida a una conversión numérica simple, sirva de ejemplo que: si fueron
de las generaciones 1, 2 o 3 se les asignó 1, 2 y 3 respectivamente. Posteriormente, se les
hizo la misma prueba de normalidad y todas tuvieron resultados signicativos.
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